La práctica racional y regular del deporte es una fuente de saludables beneficios. También es cierto que no está excenta de riesgos y consecuencias.

El deporte de competición exige a quien lo practica forzar su cuerpo para obtener el máximo rendimiento, someter al organismo a constantes y prolongadas tensiones, llegar habitualmente a límites extremos de agotamiento y acumular un déficit de recuperación entre sucesivos esfuerzos, todo ello puede conducir a un desgaste físico-psíquico, y a estados críticos que inducen la lesión.

El masaje en el deporte persigue los siguientes objetivos:
– Aliviar molestias propias de la práctica del deporte y dolores derivados de lesiones deportivas.
– Retrasar la manifestación de la fatiga y acelerar la recuperación del esfuerzo.
– Prevenir lesiones por sobrecarga, combatir la rigidez y la tensión muscular.
– Optimizar el rendimiento físico y deportivo.

Es por todos conocido que el masaje en el deporte es imprescindible, tanto es así que los propios deportistas se efectúan masajes a sí mismos.