Curso de Masaje Deportivo con profesionales del fútbol de élite
El deporte comprende el deseo de superación, lo que genera una exigencia física que en muchos casos nuestro cuerpo no está preparado para recibirla, o que, debido a la continuidad de estas exigencias se puede generar un desgaste progresivo que lentamente van llevando al mismo punto: una lesión.
El masaje busca eliminar la fatiga de estos procesos lo más rápido posible para que nuestro cuerpo esté listo para el siguiente round, se busca prevenir lesiones o también tratarlas acelerando la recuperación. Sin duda alguna ser un deportista exitoso requiere un cuidado óptimo del cuerpo, por lo que es casi obligatorio que luego de cada sesión se acceda a estos masajes para prevenir futuras alteraciones.
El deporte es un requerimiento obligatorio si queremos gozar de salud plena, pero su práctica conlleva esfuerzo, gasto de energía, desgaste de nuestro organismo y el posible riesgo de lesiones, es por ello que el masaje surgió como un método para aliviar las dolencias tras las actividades diarias del hombre primitivo, como la pesca, caza, lucha, etc.
Se dice que en China los monjes utilizaban técnicas de masaje antes de luchar, en Japón también se usaba para preparar a los luchadores de sumo y así evitar lesiones durante estos combates que implicaban un esfuerzo físico significativo. En Grecia se vinculaba el masaje deportivo con la educación física. En la antigua Roma se preparaban a los gladiadores con ejercicios bastante pesados para así entrenarlos y agilizar el proceso de recuperación.
Entre las técnicas más comunes de masajes se encuentra la frotación que consiste en deslizar una o ambas manos sobre la piel provocando afluencia de sangre sobre la zona, siendo esta una de las técnicas más aplicadas hoy en día tanto a nivel profesional como amateur.
La fricción es similar a la frotación pero en este caso las manos no se deslizan directamente sobre la piel, este proceso estimula la circulación. Las percusiones también son utilizadas pero no tanto como las mencionadas anteriormente, consiste en realizar golpes suaves pero firmes y precisos sobre la zona afectada generando esto estimulaciones sobre la zona y ayudando así a la regeneración de la misma. También se sabe que aplicar presión sobre los músculos es reconfortante ya que esto provoca el estiramiento del músculo obligando a que entre sangre nueva en él.